Siempre fui al sur. Por una u otra cuestión los viajes por mi país parecían guiarme a la patagonia argentina. Esta vez, por suerte, el destino cambió y la brújula marcó NORTE. El vuelo de Andes me trasladó directo para Salta y un recorrido por paísajes increibles me llevó hasta Cafayate. Hasta acá, todo una experiencia increíble y una oferta de viaje irrechazable… pero, ¿se puede pedir algo más? Sí, todavía me falta contarte lo mejor: me alojé en el Grace Cafayate: uno de los hoteles boutiques de lujo más espectaculares del país, único en el norte argentino.

Tal vez no lo sepas, pero soy licenciada en gestión hotelera y tengo más de 10 años de experiencia en la industria de la hospitalidad. Si hay algo que me apasiona son los hoteles, el servicio, los idiomas y las “cadenas” que tienen algo que las haga diferentes o especiales.
En Cafayate tuve la suerte de conocer “Grace Hotels”, una marca que agrupa hoteles boutique de lujo. No es una cadena ya que cada hotel es único. Ofrece a sus huéspedes una combinación única de elegancia y encanto. Cada hotel tiene su propia personalidad y se destaca por hacerte sentir “como en tu casa” pero con un servicio personalizado y de lujo. No hubo momento en que no me cruzara con alguno de sus empleados y no me devolvieran una enorme sonrisa y un cálido “buenos días”.
Es una marca pequeña, con 11 hoteles en funcionamiento (cinco en Europa, uno en África, tres en Norteamérica y dos en Centro y Sudamérica). Están próximos a lanzar el segundo en Argentina: La Dolfina Grace, en Cañuelas. A ver si me doy una vueltita y les cuento más cuando lo inauguren.

EL HOTEL: GRACE CAFAYATE
Ubicado dentro de “La Estancia de Cafayate”: un predio de 500 hectáreas en los Valles Calchaquíes, reconocidos por su belleza natural, los viñedos y los deportes ecuestres. La vista es espectacular, desde donde sea que te asomes tendrás una postal frente a tus ojos: los viñedos acompañando las montañas, con colores tan característicos del norte argentino. Dependiendo de la fecha en que visites la ciudad verás los viñedos bien verdes o podados, como en nuestro caso.
El Grace Cafayate tiene 12 habitaciones y suites en el edificio principal. Me asignaron una “Habitación Sunrise” para mi estadía, con vista al amanecer desde mi ventana. Otra postal más y van…

Además, Grace Cafayate tiene 20 “villas” de dos habitaciones, que se pueden reservar juntas o separadas. Son ideales para familias o personas que quieren privacidad. Son como casas, totalmente amobladas y equipadas. Sí, podría quedarme a vivir…
El restaurante tiene una vista espectacular (¿ya se los había dicho antes?) y además “Open Kitchen” (cocina a la vista), algo que me encanta y donde me entretuve filmando a los chefs emplatando nuestro lomo con papines, el mejor que comí en mucho tiempo.
El desayuno es un “Buffet Calchaquí“. Está incluido y es un lujo, como todo en el Hotel. La comida es casera y tuve la suerte de degustar exquisiteces locales, por lo general hechos con productos de su propia huerta. Me enamoré de las “tortillas”, serían como bizcochitos de grasa pero más grandes y se los unta con dulces caseros…. mmmmm, perfecta combinación.
Los huéspedes tienen acceso a todas las instalaciones de “La Estancia de Cafayate”, una de las más prestigiosas canchas de golf de 18 hoyos en Argentina, dos canchas de polo y un Club House (donde tuvimos la suerte de almorzar ni bien llegamos a Cafayate, con una postal desde la ventana).

El Spa del hotel es otra de sus joyitas: salas de tratamiento para diferentes tipos de masajes, sauna húmedo o seco y una pileta para relajarse entre viñedos. Si vas en pareja no te pierdas la suite doble: dos camas de masaje para tratamientos en simultáneo, sauna, hidromasaje, hammam, doble ducha y terraza privada con reposeras. En todo el hotel (inclusive en las habitaciones) hay ducha turca: ancha, sobre el techo y con mucha más presión que las tradicionales.
“BESPOKE BY GRACE”
Lo que más me gustó de toda nuestra estadía fue, sin dudas, las actividades “Bespoke”. Es un servicio espectacular (primera vez que lo veo, sinceramente), donde te permiten adecuar la estadía a tus gustos y necesidades. Desde los amenities hasta las actividades para que conozcas lo mejor del lugar, no solo del Hotel sino también de Cafayate.
Por ejemplo, dentro de la habitación podes elegir tu almohada dentro de un menú (llegué a habitación y sobre la cama tenía ¡6 almohadas!, una mejor que otra) o la fragancia de tu habitación.
Las actividades se renuevan cada 6 meses y pasan por un proceso de selección a nivel internacional. Ofrecen la posibilidad de ser parte de la esencia y la cultura de Cafayate, mediante una propuesta única de experiencias diseñadas para disfrutar.
Durante la estadía tuve la suerte de participar de tres Bespoke:
- “Blend your own wine”: fuimos a la bodega boutique “El Porvenir” en el centro de Cafayate. Luego de la degustación, diseñamos nuestro propio corte, con diferentes varietales de los Valles Calchaquíes. Acompañamos con el clásico torrontes y unos bocaditos espectaculares.
- “Visita al Museo de la Vid y el Vino”: un atractivo turístico de primer nivel, audiovisual y autoguiado. Muy interesante para los que como yo, sabemos poco de vinos.
“Cabalgata en las Dunas”: cabalgata guiadas por la reserva de dunas de La Estancia de Cafayate, con caballos de crianza local. También cuentan con otra bespoke que es una cabalgata por los viñedos.
Gracias a Grace Cafayate por la estadía y la excelente atención. A Visit Salta por la logística y acompañarnos durante los tres días. Y a Travel Media por confiar en mí e invitarme al blogtrip.

4 comentarios en “Grace Cafayate, una experiencia de lujo en Salta”
Qué lindo lugar!!! Anotado seguro para conocer!
Gracias por comentar Caro 🙂
Vayan, enserio, les va a encantar!
Abrazo y buenos viajes!
Son experiencias que hay que vivir al menos de vez en cuando e ir aumentando gradualmente la dosis. Vistas geniales sin dudas. Lo de masajes en simultáneo ya lo probé hace poco en otra cadena y es un placer de dioses. Lo del menú de almhoadas es un detalle que debería ser obligatorio en todo hotel jajajaja.
Ya quiero ir a conocer.
Te juro que sí, volveré por los masajes en simultáneo jajaja
Voto sí al menú de almohadas para todo hotel!
Abrazo!