Nieva. Bariloche es tan hermoso. Nieva y soy felíz. Porque me di cuenta, despues de ir, venir, volver, partir, viajar… que la felicidad es eso, momentos (y si son muchos seguidos, bueno, aún mejor).
Soy feliz, con la nariz fría pegada a la ventana, contemplando algo que en mi “realidad” cotidiana nunca tuve. Jenni me cuenta que muchas veces no fue a clases “gracias” a la nieve… Comer galletitas caseras de avena y chips de chocolate hechas con amor por Lila (es tan genial y engordante tener una amiga pastelera). Estar las tres juntas otra vez, después de tantos años de amistad, de viajes hermosos y de crecimiento interior, de no-viajes también, de cotidianidad tan descontracturada, de filosofía para-nada-barata, de la vida y la muerte, de amor, de querernos más, de hacer cosas por nosotras, del miedo y las decisiones.

Afuera sigue nevando, Santa Rosa llegó, me dicen por acá. Los turistas amantes del ski y el snowboard están chochos. La temporada sigue y sigue.
Saco fotos y me autoexijo tener una cámara profesional para captar esos copos hermosos… “No me salen!!!”… Será que no quieren revelar su belleza al mundo exterior? Los contemplo, guardo la cámara, los disfruto. Sé que quisiera que vos los veas, y que te charles todo con Cristi… y con la Memé si estuviera, aunque en realidad deben estar las dos disfrutando de lo lindo… ya le habrás presentado a tus papás… Que genial la foto mental que se me representó. Gracias!

Nieva, nieva y nieva. Lila me dice que hace meses que no pasa, y Jenni me dice que soy una bendecida ya que desde que ella llegó quería disfrutar de este milagro de la naturaleza.
Es la quinta vez que vengo, y podría venir mil más. Es que no sólo porque tengo a mis hermanas del alma (que muchas veces me las he llevado prestado de viaje) sino porque es una ciudad perfecta desde mi punto de vista, tantas veces pensé en venirme a vivir. Perfecta pero fría, ahí está mi límite. Los -10° o más no son para mí, o eso creo.
Dejo la redacción para meterme ahí, debajo de la nieve y disfrutarla sobre mí. Sé que voy a bailar, como bailaba abajo de la gotas cada vez que llovía en Uruguay, todos esos inolvidables y tan hermosos veranos con mi familia. Hoy estoy nostálgica, hoy estoy feliz.
Nota: Las fotos son del celu, cuando pueda bajar las de la cámara les compartiré más 😀
13 comentarios en “Bariloche: de nieve, hogar a leña y galletitas caseras”
Qué bueno que hayas disfrutado tanto de Bariloche! Esperamos que vuelvas pronto!!!
Gracias Carlos! Estoy aquí hasta el 26 así que disfrutando a full. Muy lindas tus cabañas! Te felicito 🙂
precioso!
Gracias!!!
La hormiguita viajera!, que bueno que la estes pasando lindo flor! mandale un beso a jenny de parte de sus amigos ecuatorianos, y acordate..que vos todavia te estas perdiendo de Cuenca. (con hospedaje y comida gratis encima!).
Aquí la hormiguita jajaja siii lo tengo re presente! Jenni siempre me cuenta. Les manda un beso grande y yo también!!! Apretenle los cachetes a Lu de nuestra parte 🙂
Sos una genia, de una sensibilidad impresionante, hermosa persona!!!!
Gracias por tu lindas palabras Clau 🙂
Linda! YaniYoga es lo más!
Seguí viviendo Bariloche y sintiendo la felicidad, tal cual la describiste 🙂
Un abrazo grande!
Siiii!!! Te prometo que así será. Abrazos y gracias por leerme 🙂
Linda! 🙂 YogaYanni es lo más! 🙂
Seguí disfrutando de Bariloche y de la felicidad, así tal cual lo que sentiste.
Un abrazo grande!
¡Quiero ver más fotos! Me encantaría vivir en un sitio así <3
Gracias María! Es realmente mágico. Prontito subo una Galería de Fotos y te aviso 🙂